Hay ocasiones an las que preguntas a Dios y no tienes respuesta enseguida. En ocasiones podríamos pensar que no quiere hacerlo o tal vez que su respuesta podría ser “no”. Si su respuesta, o lo que piensa de tu situación es negativa, no tendrá problema en manifestártelo.
Otra situación se presenta cuando ni siquiera le preguntamos; porque pensamos que se tomará mucho tiempo en contestar y la respuesta la necesitamos “ya mismo”. No obstante, he entendido que hay momentos en que Dios calla por una razón, y es esta: “porque hay respuestas reservadas para un momento especifico, y solo así, tomará sentido el silencio que mantuvo durante tanto tiempo.
Dios habla en la continuidad, cuando lo buscas a menudo; no por el afán de que necesitamos una respuesta. Cuando Dios no te conteste, sigue allí. cayado(a), buscándolo en silencio; a esto le llamo: “mi alma está acallada delante de ti”. Son momentos donde no es necesario decir tanto porque Dios conoce tu petición, y aunque esperar el tiempo de Dios nos requiera paciencia, siempre tendrá un final feliz.
dios habla en la continuidad, cuando lo buscas a menudo