Hablemos de tres personages bíblicos que encontraron su pareja en el pozo. Se trata de:
Isaac. Gen 24:13. Habraham envió a su criado a buscar esposa para su hijo Isaac y encontró a rebeca junto a un pozo, quien atendió a su petición de darle agua de beber.
Jacob. Gen 29: 1-11. Iba él por su camino y llegó a un pozo y allí encontró al amor de su vida, por quien tuvo que trabajar arduamente.
Moises. Exodo 2:16-21. Séfora. Una de las 7 hijas de Reuel, un sacerdote de Madian, quien tuvo su primer contacto con Moises en el pozo mientras daba de beber a las ovejas de su padre.
Es curioso ver cómo estos grandes hombres de Dios coinciden en encontrar al amor de su vida junto a un pozo. Estar en el pozo significa entender el tiempo de soltería y de noviazgo como un lugar espiritual. Un lugar donde preguntas a Dios y el contesta. Ve al pozo.
El pozo físico
Depende del tipo de persona que desees encontrar, que sea compatible con tus planes y tu estilo de vida cristiano hay lugares adecuados donde es muy probable que conozcas a alguien interesante, pero debes recordar que tu tienes que acudir al pozo, es un mito en los noviazgos que la persona ideal aparece como un ángel resplandeciente en un lugar y tiempo indeterminado. Si quieres alguien que comparta tu estilo de vida, búscalo en los lugares que hacer crecer tu vida.
Las actividades como cursos bíblicos o de preparación para el servicio de la iglesia, las reuniones juveniles de tu congregación, congresos de jóvenes Cristianos, conciertos o actividades que congregan a jóvenes con propósitos como los tuyos son el pozo físico donde seguro encontrarás esa persona que vale la pena conocer.
Finalmente recuerda algo: Si crees que tienes delante de ti la persona indicada, no dañes lo que Dios quiere hacer y pon en práctica la lista de chequeo para tomar decisiones correctas del post anterior.